Para mí, hockey es una gran pasión. A mi familia, sobre todo a mi padre, siempre le encantó y fueron fanáticos del fútbol, pero yo nací en una ciudad de Argentina (San Juan) con una gran cultura en el hockey en patines. Cuando tenía apenas 3 años, un vecino de la familia iba a llevar a su hijo mayor al pabellón donde se jugaba hockey y me llevó a mí también. A pesar de tener solo 3 años, recuerdo lo fascinado que estaba con todo eso y cómo fue el amor a primera vista. Un mes después, mi pasión ya era una realidad. Fue a través del Hockey que tuve mis primeros grandes amigos y donde aprendí la importancia de compartir todos los momentos con espíritu de grupo. Para mí, la interacción con los demás y la amistad es lo más importante que viene con el deporte. Siempre me he inspirado en los jugadores más viejos para aprender e intentar hacer las mismas cosas que ellos. Mi entusiasmo siempre ha sido aprender algo nuevo todos los días y ese sigue siendo el caso hoy.
