Mi primer contacto con el hockey fue cuando tenía unos 2 años y aprendí a caminar con el stick en la mano, porque toda mi familia estaba vinculada a ese deporte. Entonces empecé a dar los primeros pasos con los patines en el garaje de mi casa y donde aprendí a patinar fue en el la pista de CP Voltregà. Empecé a jugar en CP Vic cuando tenía 5 años, donde estuve 17 años. Así nació la pasión por el hockey y significa muchas cosas especiales para mí. Me ha llevado muchos años practicar este deporte, desde jugar con amigos, hasta importantes torneos, con la alegría de conquistar cosas bonitas con mis amigos y familiares. Siempre crecí con mi familia y mis hermanos siempre estuvieron a mi lado y me ayudaron a crecer como persona. Es un deporte increíble y el solo hecho de ponerme los patines y tener la oportunidad de entrar en una pista para hacer lo que más amo, me hace feliz como un niño.
